E-mail us: amdb@ucalgary.ca

Partículas obstinadamente supervivientes: recuperando el cine amateur vasco (I)

Figura 1. Fotograma de Gure Herria I: Kaiku(Maria Jesus “Tatus” Fombellida, 1976)
Figura 1. Fotograma de Gure Herria I: Kaiku(Maria Jesus “Tatus” Fombellida, 1976)

Una serie de documentales sobre procesos artesanales a punto de desaparecer de la sociedad moderna; una cuidadosa exploración cinematográfica del retablo de la Basílica Asunción de Nuestra Señora en Lekeitio; una cortometraje pacifista en donde un niño experimenta el horror de la guerra…Estos son solo tres ejemplos de los cientos de películas amateurs filmadas en el País Vasco desde finales de los 50’ que el proyecto Basque Amateur Cinema está recuperando del olvido.

Durante los últimos cinco meses un equipo de estudiantes [Nerea Ganzarain Fuente, Andrés Fernández, Alfredo Ruiz, Irma Baldwin Mateo, Unai Ruiz, Arnau Padilla y Milica Jovcic] de la Elias Querejeta Zine Eskola (EQZE) en San Sebastián han estado trabajando con los investigadores Clara Sánchez-Dehesa y Enrique Fibla Gutiérrez y el equipo del Amateur Movie Database en un proyecto cuyo objetivo es dibujar el primer mapa detallado de la historia del cine amateur en el País Vasco. Los resultados iniciales se están volcando en la base de datos del AMBD en una iniciativa piloto de cara a futuras colaboraciones con investigadores de contextos internacionales más allá de Norte América.

Debido al hecho de que la historia del cine amateur en el País Vasco no se ha escrito, el equipo se topó con el eterno dilema de cualquier proyecto de investigación que comienza de cero: ¿por dónde empezar? No queríamos centrarnos en una ciudad, cineasta o club concreto, ya que esto hubiese limitado el alcance del mapa general que intentábamos dibujar. Así que tras una investigación inicial en la escasísima literatura sobre cultura cinematográfica no profesional en el País Vasco (Echevarrieta 1984; Zunzunegui 1985; Letamendi and Seguin 1997; Lauzirika and Rodríguez 2017), la revista local Oarsao(Rentería) y otras fuentes textuales, junto al conocimiento experto de Sánchez-Dehesa sobre el cine no profesional en la provincia de Álava, creamos una cronología básica sobre el desarrollo del cine amateur con nombres de clubs, cineastas y festivales.

La cantidad de información que emergió en esta primera fase fue realmente sorprendente, y nos convenció de que estábamos ante una historia extremadamente importante, que abarcaba desde los años 20’ a los 80’ y que, como en tantos otros contextos, ha sido prácticamente ignorada por la historia del cine. Partiendo de este trabajo previo dividimos a los estudiantes en tres grupos, cada uno centrado en un cine club o festival de cada una de las tres provincias que conforman la Comunidad Autónoma Vasca; Guipuzkoa (Cine club Renteria), Álava (Sección de Cine del Consejo de Cultura) y Vizcaya (Euskal Zine Bilera). Seguimos las pistas recopiladas en la cronología básica, hicimos llamadas, visitamos archivos locales, entrevistamos a cineastas y recopilamos películas, panfletos y otros materiales gráficos y textuales como recortes de prensa que llevaban décadas guardados en sótanos y buhardillas.

Figura 2. Panfleto del Festival Nacional de Cine Amateur “Ciudad de San Sebastián”, 1974.
Figura 2. Panfleto del Festival Nacional de Cine Amateur “Ciudad de San Sebastián”, 1974.

Los resultados han excedido ampliamente las expectativas iniciales del proyecto. En sólo unos meses de investigación hemos recopilado información sobre 27 cine clubs, 28 festivales, 108 cineastas y cientos de películas cuyas copias físicas estamos intentando localizar. Estamos convencidos de que estos números se incrementarán a medida que el proceso de investigación avance. Desafortunadamente muchas de las películas todavía se han de localizar, ya que la mayoría de cineastas amateurs las guardaron en sus casas; algunos incluso se han olvidado de ellas o las han tirado a la basura durante una mudanza.

Encontrar películas es, por tanto, un trabajo lento y arduo, pero la publicación de una noticia sobre el proyecto en el periódico El Diario Vascoen enero de 2019 ha ayudado mucho. Varios cineastas y miembros de cine clubs amateurs se han acercado a la EQZE y expresado su interés en aportar información y traer películas y otros materiales que serán depositados eventualmente en la Filmoteca Vasca, donde otros cineastas ya habían depositado sus películas en los últimos años.

Este es un paso muy importante en la preservación del cine amateur vasco, ya que filmar en Super 8mm implica tener sólo una copia original de cada película debido al alto coste y la pérdida de calidad que implicaba hacer copias en la época. Esto convierte al archivo amateur en un patrimonio especialmente frágil, ya que a menos que los autores preservaran adecuadamente las copias originales (o hiciesen copias a VHS o formatos digitales), estas se pierden para siempre (y las condiciones climáticas del País Vasco, con valores altísimos de humedad, no ayudan). Uno de los objetivos del proyecto es precisamente concienciar sobre la importancia de recuperar, preservar y hacer accesible al público el archivo de cine amateur.

Figura 3. Fotograma de La Bella Matadora(Miguel Angel Quintana, 1979)
Figura 3. Fotograma de La Bella Matadora(Miguel Angel Quintana, 1979)

Como dice el investigador George Toles en su evocadora llamada a elaborar una historia del cine basada en fragmentos: “Las partículas obstinadamente vivas y los restos de una película olvidada siempre mantienen afinidades electivas con el desarrollo utópico de la historia del cine en general” (Toles 2010, 161). En ausencia de una industria cinematográfica profesional en el País Vasco en los años 50’-70’ que reflejase la idiosincrasia cultural, lingüística y social de la vasca, el cine amateur se convirtió en uno de los vehículos de expresión más importantes para aficionados, artistas y futuros directores profesionales locales.

Esto fue especialmente significativo en los últimos años de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), durante la cual las nacionalidades periféricas e identidades culturales no castellanas fueron duramente reprimidas por las autoridades, y sólo encontraron refugio en iniciativas clandestinas o proyectos de base como cine clubs amateurs, asociaciones cívicas o casas particulares. Con la aprobación, ya democrática, de la constitución de 1978 se consiguió una recuperación gradual del autogobierno, en el cual la reivindicación del idioma, la cultura y las instituciones vascas fueron fundamentales, culminando en la creación de la Comunidad Autónoma Vasca (que tiene las competencias exclusivas de cultura y educación).

Ya en los 60’, empujados por la popularización de las cámaras de Super8mm debido a su bajo coste y facilidad de uso, una serie de cineastas amateurs se agruparon en clubs, organizaron festivales y participaron en redes nacionales e internacionales de intercambio cinematográfico. Este tipo de espacios vernáculos no estaban tan controlados por la policía y censores franquistas como el circuito profesional, permitiendo un nivel de libertad de expresión que ciertamente no era absoluto (las películas proyectadas en festivales de cine amateurs habían de pasar censura previa y no podían, por tanto, hacer referencias explícitas a temas políticos), pero que tuvo un papel importante a la hora de crear espacios de discusión y encuentro para cualquier persona que se opusiese directa o indirectamente a la dictadura mediante el pensamiento, y la creación, libre.

En el cine subestándar todo era posible. La lúgubre realidad de represión política y cultural se podía evadir, criticar, o simplemente olvidar durante unas horas haciendo cine. Miguel Ángel Quintana, quien se especializó en documentales de naturaleza y animación, recuerda en una entrevista con el equipo de investigación como su relación con el cine empezó cuando sus padres le compraron una rudimentaria cámara de juguete (probablemente una Cine-Nic, que usaba película de 9.5mm). Grabó unas imágenes que no paró de proyectar una y otra vez en el hueco de la escalera de su casa, fascinado con la posibilidad de capturar y reproducir una realidad que era suya, y no la que podía ver en los medios estatales o las películas comerciales.

María Jesús “Tatus” Fombellida nos explicó también como los artesanos que filmó en la serie documental Gure Herria [Nuestro País] reaccionaron escépticos ante la presencia de la cámara en las primeras ocasiones que les grabó. No fue hasta que decidió proyectarles las películas en sus propios caseríos en áreas remotas del País Vasco que éstos cambiaron su actitud. Antes de la creación de la televisión regional vasca Euskal Telebista (ETB) en 1982, uno de los hitos más importantes de la descentralización administrativa y la recuperación gradual del autogobierno, este tipo de experiencias amateurs y de base eran la única manera de desarrollar una cultura visual vernácula en la región.

Mapa inicialde los espacios (clubes y festivales) del cine amateur en el País Vasco.
Mapa inicialde los espacios (clubes y festivales) del cine amateur en el País Vasco.

En los próximos meses seguiremos analizando la información recopilada, expandiendo la investigación a otros clubs y cineastas, escribiendo más artículos sobre temas específicos y digitalizando cuantas más películas y materiales como sea posible. Más allá de la importancia de rescatar las películas en sí, una conclusión importante ha surgido de esta primera fase del proyecto: el cine amateur fue el locus más importante de cultura cinematográfica en el País Vasco desde los años 50’ a los 80’. A pesar de ello no ha encontrado un lugar destacado en una historiografía de cine que ningunea el cine no profesional describiéndolo como un simple hobby, en lugar de entenderlo como una pieza clave en la emergencia de la cultura cinematográfica en contextos sin una industria de cine destacada pero con una enorme voluntad para desarrollar formas de expresión cultural locales. Como dice Santos Zunzunegui en relación a las películas del primer cineasta amateur que trabajó en Euskera, Gozton Elorza, se trata de un proyecto que está “constantemente colocado bajo el signo del didactismo y en el que las pretensiones estéticas quedan en un segundo plano” (Zunzunegui 1983, 226). Con este importante apunte en mente, el proyecto de investigación “Amateur Movie Database: Investigación sobre el cine amateur vasco” quiere convertirse en una herramienta pedagógica que no solo rescate un patrimonio cinematográfico olvidado, sino que también sea un recurso abierto a cualquier persona interesada en completar el mapa global del cinema amateur.

Bibliography

George Toles. 2010. “Rescuing Fragments: A New Task for Cinephilia.” Cinema Journal49 (2): 159–66.

Lauzirika, Arantza, and Natxo Rodríguez, eds. 2017. 40 Urte Zinea Eta Euskara Bultzatzen. Bilbao: Universidad del País Vasco = Euskal Herriko Unibertsitatea.

Letamendi, Jon, and Jean-Claude Seguin. 1997. Los orígenes del cine en Alava y sus pioneros (1896-1897). Vitoria: Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz : Filmoteca Vasca : Fundación Caja Vital Kutxa.

López Echevarrieta, Alberto. 1984. Cine vasco, de ayer a hoy: época sonora. Colección Cinereseña. Bilbao: Mensajero.

Zunzunegui, Santos. 1983. “En los comienzos del moderno cine vasco: Gotzon Elorza.” Kobie, no. 1.

———. 1985. El cine en el País Vasco. Bilbao: Diputación Foral de Vizcaya.